Invertir en tierra es una manera de diversificar la cartera y obtener un rendimiento a largo plazo. La tierra es un recurso limitado con un valor que aumenta con el tiempo. La ubicación, servicios públicos, uso potencial y planes de desarrollo urbano son factores clave a tener en cuenta antes de invertir. También se pueden obtener beneficios tangibles, como la construcción de una casa. Invertir en tierra bien puede ser lucrativo si se lleva a cabo con cuidado.